Sostenibilidad y moda sostenible

El concepto “sostenibilidad” fue mencionado por primera vez en 1987 por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, encabezada por la doctora Gro Harlem Brundtland, entonces primera ministra de Noruega, en un informe llamado Nuestro futuro común. En él se definía al desarrollo sostenible como aquel que logra satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras. Ésta idea implica que la sostenibilidad está ligada no sólo al desarrollo económico sino también al desarrollo social y ecológico para mantener los recursos naturales de los que dependemos todos.

Como resultado de aquel informe, se convocó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, conocida como la Cumbre para la Tierra, que fue celebrada en Río de Janeiro en Junio de 1992, donde se difundió a escala mundial que la toma de conciencia sobre la gravedad del problema ambiental era un deber para perpetuar la sociedad. Posteriormente se dieron otros encuentros como el de Kyoto en 1996 y el de la Conferencia de La Haya sobre el Cambio Climático en 2000, entre otros. El último encuentro fue la Conferencia de París en 2015, un encuentro histórico, donde 195 países se comprometen a modificar sus pautas para luchar contra el cambio climático. Sin embargo no todos los países aceptan ni implementan los tratados y acuerdos, lo que supone un grave problema para la ecología y bienestar mundial.

La pasividad de acción frente al urgente cambio de rumbo se debe a que es necesaria y obligatoria una reformulación de las prioridades de cada país para con sus prácticas industriales, y esto es algo que choca con el sistema actual y la sociedad en la que vivimos.

En el campo de la moda sucede lo mismo: el cambio en la Industria es necesario pero, aun así, se siguen llevando a cabo las mismas prácticas, sin tener en cuenta el medio ambiente ni las personas. Muchos creen que el cambio es imposible, engorroso o que supone un gran gasto económico pero éstas no son excusas para evadir el problema porque está en juego el mundo que tenemos y el que dejaremos a las generaciones venideras. El cambio tiene que ser general y global, y no sólo en la moda. Aun así, la moda forma parte del individuo, se transforma en signos que expresan su identidad y comunica diversos mensajes, por lo que el diseño puede instaurar nuevas formas de vida y hábitos de consumo.

Sin la idea de generar una conciencia social es muy difícil que el concepto de sostenibilidad comience a implementarse. Si bien las campañas medioambientales y las diferentes estrategias sirven para concienciar, éstas no han conseguido cambiar los comportamientos. La mayoría de la gente está bien informada intelectualmente pero no tiene un compromiso emocional. El problema viene dado por vivir en un mundo globalizado y superabundante de productos y mensajes, lo que hace difícil que éstos despierten empatía y generen una conexión fuerte. Por ello es importante que las personas estén informadas sobre el impacto que están creando sus acciones, para que surja la inquietud de cambiar las conductas a las que están tan acostumbrados.

MODA SOSTENIBLE

La moda sostenible son todas aquellas iniciativas, en pequeña o gran escala, que permiten que la industria de la moda subsista en armonía con el ecosistema, a través de una serie de acciones: ofreciendo un producto de calidad y duradero, respetando al medioambiente, garantizando condiciones laborales dignas, dando la posibilidad de reutilizar o reciclar y reduciendo la producción y el consumo, en contra de la perspectiva lineal de “extraer, producir y desechar”.  La moda sostenible representa una ruptura con las prácticas actuales del sector y con los valores de la moda rápida basada en el consumismo.

stella mccartney winter 2017
Campaña de Stella Mc Cartney – Invierno 2017

El diseñador es un eslabón importante dentro del camino hacia la sostenibilidad porque es capaz de materializar ideas que lleven a que el diseño sostenible sea real y posible. Los productos despiertan emociones en los consumidores por lo que el diseñador puede proyectar un mensaje y una filosofía de vida, influyendo así en la sociedad y ayudando al consumidor a transformarse en un ciudadano más responsable. Esto es sumamente positivo porque el consumidor es quien juega el rol más importante al decidir si adquiere un tipo de producto u otro.

Diseñar bajo las pautas de la sostenibilidad hace que el propósito del diseñador cambie de desarrollar un producto a desarrollar un concepto. A su vez, alarga la vida del producto y soluciona problemas como las modas, el deseo de variedad y el creciente consumo.

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