La distribución hace referencia al movimiento de los productos textiles desde los proveedores (materias primas, talleres de acabados, de confección, etcétera) hacia los centros de distribución y tiendas. El transporte textil ha experimentado una profunda transformación en las últimas décadas; hoy en día la producción de una prenda y sus componentes se puede hacer en diferentes partes del mundo pero los medios de transporte ayudan en la reducción de las distancias entre las diferentes empresas que participan en el proceso de diseño, fabricación y venta de piezas.
Por otro lado, la tecnología ha permitido obtener información en tiempo real sobre las ventas de las prendas, mejorando la comunicación entre las tiendas y las empresas, lo que permite, a su vez, reducir el tiempo que transcurre entre el diseño de una prenda y su llegada a tienda. La venta por Internet también ha generado un cambio en el sistema de distribución, que debe ajustarse a las necesidades de cada cliente individual y dar respuesta en el menor tiempo posible.
AVIÓN: El transporte aéreo, gracias a acuerdos entre las empresas de moda y diversas compañías, hace posible que los tiempos entre los pedidos y plazos de entrega se cumplan. El avión ha acortado distancias y abierto nuevos horizontes a los negocios; sin embargo, las aeronaves no sólo emiten CO2 sino también vapor de agua, óxido de nitrógeno, hollín y sulfato. El vapor de agua es un gas de efecto invernadero y el óxido de nitrógeno reacciona con el sol y forma ozono, que también es contaminante. Por ello, el avión se considera el medio de transporte que más impacto tiene sobre la Tierra. Muchos viajes que se realizan en avión cubren distancias que podrían recorrerse fácilmente en tren o por carretera pero, como el tiempo cuenta y las empresas quieren una entrega rápida, se suele optar por el transporte aéreo.
CAMIÓN: Es el medio de transporte idóneo junto con el tren para llegar a tiempo a los destinos europeos. El camión implica la emisión de CO2 a la atmósfera y el consumo de recursos naturales finitos pero es menos contaminante que el avión. Una opción más ecológica es utilizar vehículos que funcionen con biocarburantes, gas o electricidad. También conducir eficientemente reduce la contaminación.
TREN: A mediados del siglo XX el espectacular aumento de los viajes por aire y por carretera supuso un duro golpe para la industria ferroviaria de transporte. No obstante, el tren tiene sus ventajas por ser un medio de transporte rápido, cómodo y bajo en emisiones de carbono.
BARCO: Los barcos emiten menos CO2 por kilómetro que casi cualquier otra forma de transporte que funciona con combustible. Sin embargo, no satisface las necesidades de tiempo que tiene la Industria de la moda. Por esa razón, los barcos se utilizan casi exclusivamente para el transporte de materias primas.
IMPACTOS
La globalización y deslocalización de la industria ha provocado numerosos cambios en las maneras de hacer y transportar los productos. En el nuevo modelo de distribución la optimización de los tiempos es esencial, por lo que debe haber una gran flexibilidad por parte de todos los que intervienen para hacer que la producción sea rápida.
Un mapa del mundo en el que aparezcan las rutas de transporte de cualquier prenda de vestir y sus componentes, desde la procedencia de la materia prima, pasando por toda la cadena de producción hasta la distribución, mostraría una sorprendente cantidad de líneas de transporte que se cruzan, lo que implica un gran consumo de energía con sus correspondientes emisiones de dióxido de carbono.
Algunos estudios indican que el transporte supone un alto porcentaje en el impacto de un producto, aunque esto puede variar según el medio de transporte utilizado. Igualmente, si tenemos en cuenta la rapidez de los cambios impuestos en la moda y la deslocalización general que existe en la cadena de producción, además del consumismo característico de nuestra sociedad, los transportes y los impactos no dejan de aumentar.
DISTRIBUCIÓN SOSTENIBLE
Las estrategias sostenibles buscan llevar al mínimo posible la necesidad de transportar, de optar por medios de transporte menos contaminantes y reducir las emisiones de carbono. Una forma de lograr este objetivo es sustituir parte del transporte por carretera por el ferrocarril o el transporte marítimo de corta distancia; y el transporte aéreo por el marítimo en caso del internacional.
Con la optimización de las rutas se puede lograr un proceso eficaz y sostenible que permita entregar el mayor número de mercancías recorriendo menos kilómetros y disminuyendo los impactos generados. A su vez, con cronogramas de carga bien pensados y sincronizados se consolida el flujo de mercancías y se pueden evitar transportes innecesarios.
Otra opción es promover la conducción ecológica enseñando a los conductores a mejorar la seguridad en la conducción y en el gasto de combustible. A través de los combustibles sostenibles se busca la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el ahorro energético. La eficiencia de los vehículos también se puede lograr a través de nuevos motores, materiales y diseños que tengan en cuenta la sostenibilidad como, por ejemplo, el vehículo eléctrico.
Distribución Local-Urbana
Una forma de crear sistemas más sostenibles es la distribución local y urbana que promueve la eficiencia energética y disminuye el impacto medioambiental generado por el transporte. Se contempla aquí el uso de motos sostenibles y de bicicletas.
La bicicleta es un sistema de transporte de pequeñas mercancías, totalmente verde y ecológico, que funciona mediante pedaleo y que puede integrar un espacio de carga. Con éste medio de transporte se da una contaminación cero, se mejora la distribución, se reduce el uso de zonas de carga y descarga, se incrementa la fluidez y agilidad en el transporte, se genera menor contaminación acústica y se da una calidad de servicio mayor. También permite la utilización de la red de carril bici de la ciudad y el acceso a las zonas peatonales que otros vehículos de reparto no pueden acceder por su gran volumen.