A lo largo de los siglos se han utilizado los tintes naturales por parte de diferentes civilizaciones de todo el mundo. La mayoría de éstos tintes todavía se producen hoy día aunque, en la Industria de la moda, se han reemplazado por equivalentes sintéticos debido a que los colores obtenidos no son uniformes. Esto puede considerarse un obstáculo o un beneficio ya que, se puede valorar el hecho de que no todas las prendas sean exactamente iguales. Para llegar a utilizar tintes naturales a nivel industrial se debería investigar cómo obtenerlos a gran escala y cómo optimizar la fijación y los tiempos.
El principal atractivo de los tintes naturales es que, por su propia naturaleza, no son tóxicos; además de que dan como resultado unas variaciones de color sorprendentes, a diferencia de los tintes sintéticos. Los tintes naturales también se pueden combinar entre sí, creando una amplia gama de colores y tonos únicos. Por otro lado hay que tener en cuenta que los tintes naturales funcionan mejor con fibras naturales, otro de los motivos por el que no se utilizan en la Industria, donde las fibras son mayoritariamente sintéticas y artificiales.
Algunos tintes naturales son extraídos de animales como la púrpura de Tiro, una especie de molusco, que ya no se utiliza; y la cochinilla, obtenida del cuerpo de la hembra de este insecto, que se ha utilizado como tinte rojo desde hace miles de años. Debemos considerar que para extraer tintes de los animales se requieren miles de ellos, además de su muerte, y sólo se obtiene una pequeña cantidad de tinte. Por este motivo es más sostenible optar por los tintes naturales de origen vegetal.
Utilizar tintes naturales de origen vegetal de manera sostenible implica trabajar dentro de los límites de la naturaleza y adaptar a ella la creatividad. Se puede planificar el trabajo en función de los materiales que ofrece cada estación, de las variaciones y de la personalidad de cada color. Muchas plantas producen más de un color, dependiendo si se extraen de la corteza, las hojas o los brotes.
Algunos tintes naturales y sus colores:
Corteza y hojas de ROBLE: Ciruela y verde
Corteza y hojas de MANZANO: Marrón y verde
Piel de CEBOLLA: Amarillo, naranja y marrón
Frutos, hojas y brotes de MORAS: Lila y gris
Hojas y brotes de HIEDRA: Verde
Fruto y brotes de ENDRINO: Lila y verde
Hojas de NOGAL: Marrón y verde
Flores y hojas de DIENTE DE LEÓN: Amarillo y verde
Corteza y hojas de PERAL: Ciruela y verde
Brotes de RUIBARDO: Naranja y verde
Posos de CAFÉ: Marrón
Piel de AGUACATE: Rosa
REMOLACHA: Morado y Lila
Raíz de CÚRCUMA: Amarillo
IMPACTOS
Los tintes naturales tienen su impacto también, debido a que las telas deben pasar por un proceso de fijación, generalmente con productos químicos, para que el color permanezca. El proceso se realiza mediante los mordientes, sales minerales o metálicas solubles en agua, que cuando se añaden al baño de tintura agilizan el proceso, intensifican o cambian el color y lo fijan, haciendo que sea más fuerte a la luz, al lavado y al roce. Los tintes terminan de fijarse mediante distintos métodos incluyendo el calor, el hervido a fuego lento, el vapor o al aire libre.
Algunos de los productos químicos utilizados como mordientes son el alumbre, el cremor tártaro, el sulfato férrico y el cloruro de estaño, que son extremadamente peligrosos y deben almacenarse y manipularse con muchísimas precauciones.
Una alternativa es la utilización de mordientes naturales y respetuosos con el medio ambiente como el vinagre común, que fija los colores y los deja más brillantes; y el limón, que aviva el color. Otros mordientes naturales son la sal de mesa, el barro, la arcilla, la ceniza, entre otros.
Para finalizar dejamos de dato un buen libro sobre el tema: The Modern Natural Dyer (El libro de los tintes naturales) de Kristine Vejar.