Es necesario vestirse porque existen unas necesidades objetivas pero la moda es lo que nos lleva a vestirnos de una manera o de otra, por razones distintas a la de satisfacer esas necesidades. Más allá de cubrir nuestro cuerpo, el deseo de vestirse trasciende los límites históricos, culturales, geográficos y religiosos, y aunque varíen las formas la motivación principal sigue siendo la misma: adornar el cuerpo humano como expresión de identidad.
“El vestir es un hecho básico de la vida social y esto, según los antropólogos, es común en todas las culturas humanas: todas las personas “visten” el cuerpo de alguna manera, ya sea con prendas, tatuajes, cosméticos y otras formas de pintarlo. Es decir, ninguna cultura deja el cuerpo sin adornos, sino que se le añade algo, lo embellece, lo resalta o lo decora.” (ENTWISTLE, J. El cuerpo y la moda: una visión sociológica. Barcelona: Paidós, 2002. pp. 19-20)
En 1935, con su libro Psicología del Vestido, el psicólogo inglés John-Carl Flügel distinguió los principales motivos por los que el hombre se viste, universalmente aceptados: protección, pudor y adorno.
PROTECCIÓN
Las prendas sirven de protección física contra el medio, el frío, el calor, los enemigos humanos y los animales. También existe una protección mágica contra los espíritus malignos o las malas vibraciones, de ahí la importancia de los amuletos. Por otro lado las prendas aportan una protección contra la “hostilidad general del mundo”, así lo llama Flügel, simpatizamos o no con el ambiente; podría decirse que se trata de una protección no contra el frío físico sino contra la frialdad social.
PUDOR
El pudor es un impulso inhibitorio contra formas de exhibición sociales o sexuales. El hecho de sentirse inapropiadamente vestido en algún acontecimiento es un ejemplo de pudor social. El pudor sexual es el principal, heredado en gran medida de la religión.
“El mundo social es un mundo de cuerpos vestidos. La desnudez es totalmente inapropiada en casi todas las situaciones sociales e incluso en situaciones donde se exhibe demasiada carne (en la playa, en la piscina, incluso en el dormitorio); es probable que los cuerpos que se encuentran en estas situaciones vayan adornados, aunque sólo sea con joyas o con perfume.” (ENTWISTLE, J. El cuerpo y la moda: una visión sociológica. Barcelona: Paidós, 2002. p. 19)
“Considerando la cultura occidental en sí misma, se observa que tuvo lugar un gran aumento del pudor en el momento del colapso de la civilización grecorromana…el cristianismo sostuvo una oposición rigurosa entre el cuerpo y el alma, y sus enseñanzas predicaban que la atención dirigida al cuerpo era un peligro. Una de las formas más fáciles de lograr apartar los pensamientos del cuerpo es ocultarlo y, consecuentemente, cualquier tendencia a exhibir el cuerpo desnudo se convirtió en impúdica. Pero el aumento en la cantidad y la complicación de las prendas que trajo aparejados esta tendencia, proporcionaron por sí mismos la posibilidad de una nueva irrupción de las necesidades exhibicionistas reprimidas. El interés en el cuerpo desnudo se comunicó, en alguna medida, a las ropas…” (FLÜGEL, J. C. Psicología del vestido. 1ª edición castellano. Buenos Aires: Paidós, 1964. p.72.)
“La vestimenta sirve para cubrir el cuerpo y gratificar así el impulso de pudor. Pero al mismo tiempo puede realzar su belleza, y ésta fue probablemente su función más primitiva. Cuando la tendencia exhibicionista pasa del cuerpo desnudo al cuerpo vestido, puede satisfacerse con mucho menos oposición que cuando ésta se enfrenta con el cuerpo en estado de naturaleza…” (FLÜGEL, J. C. Psicología del vestido. 1ª edición castellano. Buenos Aires: Paidós, 1964. p.19.)
ADORNO
La moda como adorno refleja las necesidades y deseos que tiene el ser humano. Podemos enfatizar las siguientes:
Seducir: La moda sirve para despertar el interés sexual en los demás. De hecho, en la actualidad, se busca directa o indirectamente atraer mediante la vestimenta.
Deseo de ser aceptado: Somos seres sociales, queremos agradar para pertenecer al grupo y no ser excluidos. Esto es lo que nos lleva a vestir de manera parecida a los otros. Encontrar compañía, amistades, tener éxito y muchas otras cuestiones se facilitan con una apariencia “adecuada”.
Necesidad de expresarse y de afirmar la propia individualidad: El ser humano está continuamente imitando pero también evitando la imitación, tratando de ser igual que los demás y a la vez singular. Dado que las prendas las llevamos sobre el cuerpo y expresan nuestros gustos personales, la moda desempeña un papel importante en el sentido individual de identidad. La vestimenta es una especie de “segunda piel” que transmite a los otros una idea de quiénes somos o nos gustaría ser.
“… la ropa o los adornos son uno de los medios mediante los cuales los cuerpos se vuelven sociales y adquieren sentido e identidad. El acto individual y muy personal de vestirse es un acto de preparar el cuerpo para el mundo social, hacerlo apropiado, aceptable, de hecho, hasta respetable y posiblemente incluso deseable.” (ENTWISTLE, J. El cuerpo y la moda: una visión sociológica. Barcelona: Paidós, 2002. p. 20.)