Somos una especie que a lo largo de los siglos ha avanzado y evolucionado hasta tener una vida como nunca antes podríamos haber soñado. Sin embargo, esta evolución nos ha desconectado de las raíces, de la naturaleza, del resto de las especies, de las mismas personas. Nuestra sociedad actual presenta una serie de rasgos característicos, entre ellos uno fundamental: el creciente consumismo del sistema imperante. Producimos, consumimos y desechamos de una manera desmedida e irracional que nos está condicionando y llevando al colapso poco a poco.
El planeta no va bien, algo que se puede apreciar a simple vista; tenemos un peligroso futuro ligado al calentamiento global, la contaminación de aguas y tierras, la pérdida de especies, la pobreza y las guerras, el hambre, la falta de recursos, la explotación de las personas, la corrupción, entre otros serios asuntos. Nuestras formas de hacer y actuar no funcionan, por lo tanto es necesario un cambio de conciencia para intentar frenar los problemas generados por nuestras acciones.
En este sentido la moda, lo que nos concierne, no es ajena. La industria de la moda es una de las más fuertes a nivel global e influye directa e indirectamente en las cuestiones antes mencionadas. La mayoría de las personas desean estar “a la moda” pero pocos se plantean su significado o son conscientes de todo lo que hay detrás del sistema que la sostiene. Ignoramos las consecuencias de nuestras actitudes consumistas, sea por falta de información o de interés. Lo que está claro es que la moda es parte integrante de nuestras vidas, todos nos vestimos, pero hay que tener en cuenta que la moda involucra a muchos ámbitos, no sólo el del vestir.
Uno de los mayores problemas de la moda actual es la volatilidad de las tendencias, los diseños creados para apenas durar, lo que hace que el consumidor/consumista compre y se deshaga de sus prendas con una mayor frecuencia. Así aparece el término “moda de usar y tirar” para designar prendas baratas que irremediablemente acabarán en los vertederos al poco tiempo de haber sido adquiridas.
Teniendo en cuenta los recursos consumidos e impactos generados a lo largo de toda la cadena de producción en la Industria de la moda, y sumando éstos datos, podemos ver que es urgente reducir la cantidad de desechos que producimos y pensar en maneras de reutilizar los productos en lugar de descartarlos automáticamente. Más aún si todavía tienen una vida útil… A partir de éstas ideas y de la necesidad de aplicar un cambio en el diseño de moda para contribuir en el camino hacia la sostenibilidad surge el proyecto Julia Martínez – Upcycling Fashion.